Después de un primer día de formación, los voluntarios se merecían una noche de desconexión junto a sus compañeros y componentes de AISE. De modo que celebramos una cena donde nos permitió acercarnos, conocernos mejor y librarnos de los nervios y estrés de todo el día.
Además de una gran cena en el restaurante el Racó del Frai, se llevó a cabo una rifa de mochilas, bistureria y camisetas, que nos hizo reir mucho.
¡Gracias por vuestra asistencia, chicos!